Estos envases se pueden dividir en contenedores para almacenar y distribuir la tinta en los tinteros y en aquellos recipientes que se colocan sobre la mesa, escritorio o pupitre, para escribir o dibujar.
Escribanías
Las escribanías poseen más de un contenedor de tinta, acompañado o no por accesorios como un recipiente para algún material secante, un sello para lacre o un espacio para posar la pluma. Muchas veces eran piezas de ostentación que se utilizaban para decorar el escritorio. Estos objetos resultaban un magnífico adorno, más allá de sus prestaciones.
Tinteros de sobremesa
Los tinteros de sobremesa eran piezas más austeras, de porcelana o vidrio, destinados a contener la tinta suficiente para una jornada de trabajo. Algunos poseían mecanismos para dosificar la tinta, otros eran simples recipientes. La variedad comprende modelos que podína llevarse en un portafolios u otros de mayor estabilidad para colocarlos en el escritorio o el pupitre.
Tinteros de pupitre
Los tinteros de pupitre son pequeñas piezas de vidrio, porcelana, cerámica, plomo o bakelita que se colocaban en unos orificios que tenían las mesas de los alumnos y que eran rellenados con tinta por el maestro o por el preceptor.
Tinteros de viaje
Los tinteros de viaje podían ser cilíndricos o cúbicos y el hermetismo era su propiedad fundamental. El sistema de cierre podía ser un disco de caucho empujado por un resorte oculto situado entre el disco y la tapa interna que se abría con una bisagra, además, poseían otro cierre externo para inpedir que se abrieran accidentalmente.
Tinteros otomanos
Estos instrumentos son una variedad de tinteros de viaje. Se utilizaban para transportar la tinta y los cálamos.
Por su diseño particular permitían que el escribiente los calzara en su faja o cinturón.
Tinteros de ferrocarril
Estos tinteros fueron traídos por las empresas británicas que proyectaron los ferrocarriles en nuestro país hacia fines del siglo XIX. Eran de vidrio y su forma asemejaba una gota de agua, poseían una tapa de bronce o latón con una bisagra. Eran prácticamente involcables por su forma y su peso; algunos tienían grabadas las siglas de la línea de trenes que los empleaban.
Envases de gres
En estos recipientes se colocaba la tinta para su comercialización y algunos, los más pequeños, podían utilizarse como tintero. Estos envases fueron manufacturados en gres cerámico, más rústico y pesado que el vidrio, pero más barato. Se producían botellas de litro y hasta de cinco litros, las que se transportaban en cajas de madera para protegerlas y manipularlas com mayor seguridad.
Envases de vidrio
Al igual que los tinteros de gres, algunos de los envases de vidrio se utilizaban como tinteros de mesa. En sus diversos tamaños se los empleaba para comercializar la tinta. Las botellas de vidrio fueron reemplazando a las de cerámica, a pesar de que las de gres siguieron utilizándose hasta bien entrado el siglo XX.
Porta tinteros
Los porta tinteros eran piezas torneadas, elaboradas en maderas especiales, utilizados para transportar y proteger pequeños tinteros de vidrio. Con el tiempo se los fabricó en materiales más delgados y livianos como la bakelita y, más tarde, el plástico.