Estuches otomanos de bronce fundido con tintero.
Estos maravillosos objetos se utilizaron desde el siglo XI hasta bien avanzado el siglo XIX y se los conoce con el nombre de Qalamdan.
Los aquí presentados datan del siglo XIX.
El estuche más pequeño tiene las dos caras mayores grabadas a buril con una guarda en la parte posterior, mientras que en el frente pareciera llevar entrelazados algunos caracteres dentro de una guarda más compleja. La tapa del estuche está sujeta al cuerpo principal por una bisagra remachada, mientreas que la del tintero, con froma de valva, está sujeta con dos anillas para abrir y cerrar el pequeño recipiente con forma de cojín.
El más grande tiene una decoración simple, una guarda de puntos en relieve a modo de suncho, tanto en los extremos del estuche como en la base y el cuello del tintero.
El sistema de cierre de las tapas es similar al anterior. La tapa del tintero está decorada con dos aves (posiblemente faisanes) y tiene un minúsculo cierre que, a través de un eje, cumple la función de pestillo.
Los estuches como estos eran una parte esencial de la cultura del Imperio Otomano, servían como herramienta práctica y decorativa y proporcionaban una forma cómoda y elegante de guardar y transportar los materiales de escritura.
Existen ejemplares fundidos en plata y también imitaciones contemporáneas.
En el dibujo se puede apreciar uno de estos tinteros de viaje en la faja de un escribiente.
La obra, de 1851, titulada Escribiente copto egipcio es del artista francés Alexandre Bida.
Especializado en orientalismo, fua alumno de Delacroix.
Bida viajó por Egipto, Grecia, Turquía, Líbano y Palestina, realizando diversas exposiciones entre 1847 y 1861.
En 1873 realizó veintiocho grabados para ilustrar los cuatro evangelios.
Murió en Alemania en 1895.