Este tintero de viaje ha sido diseñado a partir de un cilindro de madera torneada partido al medio, formando dos piezas que se ajustan una con la otra por madia vuelta (sistema conocido como a bayoneta). La madera es de palo de rosa pero también se los ha fabricados con boj, una variedad de madera más clara y más dura.
Para que la tinta pudiera ser transportada de manera hermética y segura, hay una ampolla de vidrio que está prisionera dentro de la base, la tapa posee una placa de vidrio para que asiente en el cuello del frasco que está perfectamente rectificado; la pieza plana de vidrio es empujada por un resorte interno.
La parte superior tiene un leve ensanchamiento para impedir que se deslice la mano al abrirlo.
Como decoración podían traer, incrustado en la tapa, un punto de nácar o de marfil.
Este tipo de tintero de viaje se popularizó hacia 1800 cuando la firma S. Silliman Company de Chester, Connecticut se dedicó a su fabricación. Silliman no solo produjo este modelo que era fácil de transportar, también manufacturó otras piezas más grandes y adecuadas para el escritorio, con cuatro o cinco orificios para posar las plumas y una cazoleta central de vidrio para contener la tinta.
La producción de tinteros de viaje de madera y vidrio se desarrolló con una variedad sorprendente en sus detalles. Para algunos investigadores, este modelo fue patentado antes de la Guerra Civil Norteamericana y fue utilizado por muchos de los soldados que intervinieron en esa contienda, principalmente los del lado de la Unión.
Es común hallarlos con manchas interiores y con el cuerpo rajado, producto de la humedad de la tinta.
De esta variedad de tinteros también se han realizado réplicas modernas.